"Raíces portuguesas con nuestro Aleluya".
Campanilleros en el Salavessa. Portugal.
Uno no deja de sorprenderse al descubrir la cantidad de cosas comunes que compartimos con los pueblos alentejanos, próximos a la frontera portuguesa.
Abuelos y nietos celebran la "chocalhada"
Dada la proximidad de la Semana Santa, hoy vamos a hablar de la fiesta del "Aleluya", que se celebra el sábado de Gloria en Codosera desde los tiempos que ni sabemos cuando, de antigua que es. Y también vamos a comentar la misma tradición centenaria que nuestros vecinos celebran en la aldea de Salavessa, perteneciente a la freguesía de Montalvao, del concejo de Nisa, muy cerca de la población de Cedillo, ya en la provincia de Cáceres y junto a la misma frontera portuguesa, a la que llaman "Chocalhada", de la palabra chocalho, por el ser nombre que le dan al campanillo o cencerro en portugués.
Vecinos de la aldea y forasteros caminan por los caminos del lugar con campanillos.
A pesar de ser una aldea con pocos habitantes, han sabido conservar esta tradición con características únicas, diferente a otras parecidas del resto que todavía se celebran y que, en su caso, lo que conmemoran es, aprovechando la Resurrección de Cristo, los antiguos pastores y ganaderos hacían sonar los cencerros para ahuyentar a los malos espíritus y demás maldades pidiendo bendiciones para sus rebaños, de gran abundancia en el pasado, así como también salud para sus familiares.
El recorrido comienza por la mañana, sobre las 11.00 horas, alrededor de la aldea para que los participantes puedan disfrutar del paisaje espectacular, en su estado puro, donde la Naturaleza se encuentra tal cual, sin haber sido manipulada por la mano del hombre.
Caminando entre viejas paredes por las callejas del pueblo.
Avanzando en la promoción de interés turístico y cultural de este evento, en la aldea cuentan con una "Comisión organizadora de Salavessa", la cual este año tienen previsto realizar una comida de convivencia para los participantes.
La alegría de tocar el campanillo.
Es relevante recordar que el arte de tocar los campanillos o Chocalhada es ya, desde el dia 1 de diciembre del año 2015, Patrimonio Cultural Inmaterial, que urge salvaguardarlo, título concedido por la UNESCO, a los portugueses, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura y que, en este sentido, la Comisión indicada no solamente pretende conservarla, sino también divulgar lo bueno del caserío y sus tradiciones.
Lo bueno de La Codosera ha sido que la tradición, a pesar de lo que algunos les hubiera gustado, no ha desaparecido, es más, yo creo que en los últimos años, como señal de protesta, el pueblo ha salido mas a la calle y lo va a seguir haciendo. Por eso algunos lloran de alegría y otros, no sabemos por qué, antes de irse, han llorado. Por eso el nuevo párroco manifiesta que no le va a hacer el feo. Ver para creer.
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El Aleluya o "laleluya", hace 72 años.