miércoles, 30 de abril de 2014

Raices portuguesas.






José Luis Olmo en el salón de actos de la Casa de la Cultura.



                     LA CODOSERA.- Llenos de ilusión llegaron los portugues, los de Caldas da Rainha, venidos de allá de la costa del Atlántico, al sur de Nazaret, una ciudad con una inmensa laguna que se adentra en el Océano. Trajeron sus regalos, placas, libros y pergaminos, sus colecciones particulares de latas y juguetes, sus pintores para dejarnos sus cuadros como recuerdo.

                               Vinieron para acompañar a uno de sus paisanos más ilustres, Mario Lino, al que el pueblo de La Codosera ha nombrado Hijo Adoptivo. Compartieron con nosotros conocimientos, su alegría y su amistad. Nos descifraron el nombre de Bacoco. Su procedencia, tantos siglos allí, junto a La Lamparona, y no sabiamos su significado. Ba co co. Hubo periodistas que dijeron que, posiblemente, alguién que estuvo en Brasil se lo puso en recuerdos de las bellas palmeras de coco de Ipanema. Antonio Marques, historiador y componente del grupo, nos aclaró el enigma. Bacoco es una deformación del topónimo en portugués, Valcovo, cuyo significado es una hondonada o cueva en el terreno





                          Departimos con ellos y les contamos quienes somos y de donde venimos. Les narramos que nuestras raíces son las mismas.


Castillo de Marvao

 Alfonso Henrique conquistó Marvao a los árabes en el año 1162, un vasto territorio que abarcaba todo el distrito actual de Portalegre y parte del termino de La Codosera, incluido el casco urbano. "O limite pasaria por Assumar, daí seguiria para Campo Maior (castellum de monte maiori), passando a Ouguela, (uguela). A linha de limite entraria no río Xévora (seuera) e daí seguiria perto Albuquerque, na zona de (daroches), infletia para o planalto de El Palancar (planum de alpalancer) até á cumeda da Serra de S.Pedro, a meio caminho de Cáceres, a linha de limite de territorio seguía para norte, em direçao ao Rió Tejo (directum ad tagum)".   Asi convivimos con ellos, bajo la bandera portuguesa, algo mas de un siglo hasta que, con el tratado de Alcañices dejamos de ser portugueses. 




lunes, 28 de abril de 2014

La Codosera y Caldas da Rainha hermanadas.




                   Nombramiento de MARIO LINO como hijo adoptivo del puebl

                    Mario Lino es un gran artista, fotógrafo de profesión y muy conocido en el país vecino. 
           
                   La pasada semana nos hemos congratulado recibiendo a  unos visitantes muy interesantes, todos ellos muy amables que, aunque el tiempo no acompañó y lloviío durante todo el fin de semana, no pasaron desapercibido ante los vecinos. Llegaron en coches particulares el jueves 26, y venían desde Caldas da Reinha, su ciudad portuguesa, alojándose en varias casas rurales de la localidad, La Jara, la Casa de la Berrocales y la Casa Grande de Adolfo, quedando todos ellos contentos y muy agradecidos por el trato dispensado. 

                      Mario Lino, aparte de dedicarse a la fotografía, es un experto ciclista y como tal, el encargado de organizar cada año una ruta ciclista que, partiendo desde su ciudad, Caldas de Reinha, tuviese como destino una población española. Despues de recoger los distintos municipios asentados en La Raya, decidieron que La Codosera era el pueblo apropiado para celebrar la llegado de los deportistas, además de  convivir con los vecinos españoles en una jornada festiva. Tras varios años organizando el evento y dentro de unas relaciones cordiales y de amistad, ambos ayuntamientos decidieron hermanarse y como prueba de gratitud, en La Codosera se acordó ponerle el nombre de una calle a la ciudad portuguesa, cuyo rotulo se pude ver en este trabajo, y la Cámara municipal de Caldas hizo otro tanto con La Codosera. 




Calle en Caldas de Reinha. 

                            La oficina de turismo  de La Codosera  ha cubierto la información de esta visita colgando en su blog la crónica del acontecimiento, cuyo enlace, bastante interesante,  os anoto:


                Aparte de lo publicado, personalmente, me llamaron la atención sus trabajos de pintura sobre el pueblo, plasmando en sus lienzos un enfoque diferente de los puntos mas representativos de nuestro pueblo. En los tres días que permanecieron entre nosotros lo recorrieron de cabo a rabo, visitando el rió, Chandavila, el Castillo, los diferentes caserios y otros lugares de interés que los organizadores les indicaron. Con estos conocimientos, a pesar de las inclemencias del tiempo, no se amedrantaron y provistos de sus caballetes, pinceles y soportes se lanzaron a la calle. El resultado fueron  estos trabajos tan interesante que mas abajo les muestro.

                         En primer lugar,  realizaron una versión muy personal de la imagen de la Virgen de Chandavila y del Santuario del mismo nombre. 






                      Un par de trabajos más que podemos ver, son,  el nido de cigüeñas anclado en lo más alto de la cubierta del Ayuntamiento y, una vista panorámica desde una de las calles que convergen en la misma.





                 El castillo, visto desde el templete de la música, también se quedó reflejado en otro de los lienzos.



 Los paisajes del Río Gévora fueron los que más merecieron su atención, las pasarelas del paraje en el Molino del Duque y el paisaje de su entorno,  (4 trabajos distintos).







 En total han sido nueve cuadros realizados con diferentes materiales y depurada técnicas que, una vez terminado,  han tenido a bien donarlos a nuestro ayuntamiento desinteresadamente. Todo un detalle de generosidad de su parte.