LA CODOSERA y los frutos del otoño.

 

LA CODOSERA y los frutos del otoño.

    Octubre es la antesala de la festividad de Todos Santos. Es el mes en el que se recogen los últimos frutos que nos aporta el año: Algunos de ellos, cuando recorren las calles del pueblo, visitando a sus moradores, se les ofrecen como regalo a los mas pequeños que, cuando, cumpliendo la tradición de llamar a las puertas pidiendo "los santos".

    Castañas, nueces, almendras, caquis, membrillos, camuesas y algunas monedas, formaran parte de sus talegas a la hora de hacer montones iguales y repartirlos entre cada uno de los grupos de chiquillos que durante la mañana han cumplido con la tradición.

 

    Octubre nos invita a pasear por el campo que, como efecto de las primeras lluvias, suele recobrar el color verde en su arboleda unos y los ocres en otros, escuchar el murmullo de las aguas que fluyen por regatos y riachuelos secos hasta ahora por el exceso de calor del largo verano que nos deja.    

 

      Al atardecer, el tiempo refresca. Es la ocasión para sacar algo de ropa del armario, llegar temprano a casa, encender la chimenea y echar en la sartén las primeras castañas rajadas, asarlas y saborear su aroma hogareño que nos retrotrae en el tiempo a nuestra infancia, a reuniones familiares o disfrutarlas de postre después de la cena como uno de los mejores manjares que recordamos.

  

Castañas asadas.

    Pero quizás, la pincelada de este otoño que octubre nos regala, es poder contemplar los últimos frutos de la cosecha. Los erizos de los castaños se abren y dejarn caer el fruto. Tambien los nogales lo hacen. Los últimos caquis maduran en las ramas a pesar de haber perdido la hoja. Los naranjos están exuberantes con las pinceladas de rojo en el verde de la naranja cambiando de color. Y por ultimo los membrillos, un fruto característicos de las tierra de La Raya donde el árbol florece junto a las tapias de los terrenos por doquier. Su color amarillo nos llama la atención y, su sabor amargo, se suple cuando el ama de casa lo transforma en el famoso "dulce de membrillo".

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    La fotografía es de Juan José Francisco Herrer.

"Membrilleros a los pies del Santo"

CASA SIMONA

 

Simona y su marido Felipe. 

LA CODOSERA  el “Codoserano del Año” y "Casa Simona". 

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Una vez al año, durante los días de feria en el mes de Agosto, la corporación municipal entrega los galardones en sus distintas modalidades a los personajes locales que hayan sobresalido en algunas de las diferentes facetas convocadas.

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Entre todas, quizás el nombramiento más espectacular sea la del mal llamado “Codoserano del Año”.

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Lo digo porque, no se cómo los organizadores no se han dado y han dejado a la mujer fuera de la convocatoria, donde una vez más, a la mujer no se la tiene muy en cuenta. Sería bueno rectificar para el año que viene. O se le aplica el plural, “codoseranos”, o incluyes a los dos, “codoserano o codoserana”.

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Si en algún pueblo de la provincia, el papel de la mujer, a lo largo de todos estos años ha sido importante, en La Codosera, mucho más y los resultados se reflejan en la cantidad de empresas  regentadas por mujeres.

Uno de los casos lo tenemos en uno de los restaurantes más populares, incluso fuera de nuestras fronteras, en el caserío de La Rabaza, con “Casa Simona”.  

Restaurante, "Casa Simona"

La señora Simona se ha hecho tan conocida que, no se cuantos nombres iguales al suyo podrá haber en el pueblo, pero, si cualquier forastero, al llegar, lo pronuncia, ningún vecino podrá decir que no la conoce.

Hoy se habla mucho de la España vaciada, de aquellos núcleos de población donde sus casas se van quedan cada vez mas deshabitadas sin remedio alguno.

Los caseríos más importantes que tiene La Codosera son, El Marco, La Tojera, Bacoco y La Rabaza.

El Marco, a pesar de estar bien comunicado con los vecinos portugueses, incluso lo importante turísticamente que supone contar con el “Puente Internacional más pequeño del Mundo”,  desde que Arturi se jubiló y cerro su empresa de cafeteria y tienda, las viviendas del lugar corren el riesgo de sumarse a esa “España vaciada”.

El caso de La Rabaza es diferente. Existen dos empresas de hostelería, “Braseria Portugal” y “Casa Simona”.

La Braseria es un restaurante moderno con un aforo importante, una amplia cafetería y un patio exterior ajardinado y acondicionado para que el comensal pueda decir donde le apetece más comer.

Casa Simona tiene el sabor añejo donde la huella del tiempo pasado apenas se nota. Todo a su alrededor nos recuerdan los días pasados en nuestra niñez. Dias felices y festivos con un menú de los de antes, muy bien servido por la dueña de la casa. Su plato estrella, el pollo con tomate, la caldereta de chivo o un arroz con liebre. Todo ello para chuparte los dedos, nunca mejor dicho. Si quieres reservar mesa no te queda otra que llamar por teléfono y, con un poco de suerte, quizás lo consigas, por lo limitado de su espacio.

Simona, esta mujer trabajadora como la que más, nunca ha estado en las listas para que le den ningún premio. Pero su labor como empresaria ha sido tan importante que, gracias a su trabajo, ha contribuido a que esta pedanía no haya sido candidata a ser una más de la España vaciada.

Mi opinión es que Simona debe de ser candidata el próximo año a ser elegida la primera “Codoserana del año” y no solo eso, debería de recibir apoyos económicos por parte de las instituciones regionales para ampliar su negocio, no solo ampliarlo, si no modernizarlo en todos los aspectos ya que, hasta ahora, ha demostrado que conoce muy bien su oficio, y que es una profesional como la copa de un pino y que, lo más importante, por su humildad se lo merece.

 

 

LA CODOSERA. Luces y sombras sobre el Castillo de La Beltraneja. --------------

    Observar la silueta del castillo ensombrecido por el contraluz de los rayos del sol en el ocaso de la tarde, es siempre un bonito espectáculo contemplarlo. Cada imagen que recibimos sobre sus murallas, con amaneceres o puestas de sol,  no deja de sorprendernos.

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    Es muy poco lo que conocemos de su historia. Enigmáticas y misteriosas son las escaleras subterráneas con bóvedas que nacen desde el patio de armas, detrás de la torre del Santo hacía no sabemos dónde, al no haberse realizado excavaciones arqueológicas en el mismo.

    También es un misterio conocer de quienes fue la idea de construirlo, por lo mismo, las piedras nunca se han analizado y por tanto lo desconocemos.

    Los autores que han escrito sobre la fortaleza, relatan que fueron los castellanos para defenderse de los portugueses, en caso de ser atacados. Este dato no se corresponde con su función militar por la ubicación del mismo. Al estar construido en la parte inferior de la Sierra del Lugar, la visión hacia el país vecino es totalmente nula. Mal asunto para un estratega militar posicionarse en la cara oculta para no ver nada. Más verosímil es la versión de que, el mismo lo construyesen los árabes, pues los límites de su territorio llegaban hasta la Sierra de San Pedro o bien los portugueses, cuando reconquistaron el territorio en el año 1192, enconmendándole su administraron  a los Caballeros del Temple  hasta que se firmó el Tratado de Alcañices, en el 1297, pues desde su atalaya, la visión de las fronteras era perfecta, dominándose las crestas de Puerto Roque en la vecina Valencia de Alcántara y las cúspides fronterizas de la Sierra de San Pedro, hasta llegar al castillo de Alburquerque. 

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La fotografía es de Juan José Francisco Herrera. 

 

LA CODOSERA y las cuadras.

 

LA CODOSERA y las cuadras.

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Al igual que ahora las calles se llenan de cocheras para guardar el automóvil, antiguamente, en la época de los abuelos, rara era la casa de vecino que no tenía su cuadra.

Las familias pudientes, como se les llamaba, las tenían alejadas de la vivienda, en los espaciosos corrales con entrada por las traseras en una calle segundarias. Las familias de clase media, jornaleros y autónomos, la tenían adosada a la vivienda con puerta independiente para la calle e, incluso, otros, las caballerías tenían el paso por la puerta principal de la vivienda.

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La cuadra era la vivienda de las bestias, el gallinero de las gallinas, el pajar y también, lo que ahora llamamos el baño, el lugar donde se hacían las necesidades de la casa. Si las bestias estorbaban, con una varita se las obliga a cambiar de sitio.

 Las cuadras, en verano eran lugares frescos, bueno para dar frescura a la vivienda y, en invierno, proporcionaban calorcito al resto de las dependencias de los moradores.

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Los animales cuando entraban en la cuadra, se encontraban con el pesebre, donde su dueño, le tenía preparada la ración del pienso necesaria.

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La mayoría de las caballerías se las sacaba al exterior muy temprano para comenzar el trabajo junto a los arrieros, muleros, carreteros etc. etc. pero, otras descansaban y pasaban el día sin trabajar dentro de la cuadra. Para que no se aburrieran ni deprimieran, el dueño les dejaba abierto el amplio postigo que daba para el exterior, normalmente para la misma calle, por donde sacaban la cabeza y se entretenían viendo a todos ser viviente que pasaba.

LA ANTIGUA ERMITA DE SAN PEDRO

 LA ANTIGUA ERMITA DE SAN PEDRO. 

Pinturas murales posiblemente en el presbiterio de la ermita. 

                    Paredes exteriores y tejado de la antigua ermita hace un par de años. 

                                              Maquinaria del antiguo lagar en el interior. 

               En la actualidad, estado de conservación de las paredes y techumbre de la ermita. 

LA CODOSERA. Érase una vez….

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    La de veces que habremos iniciado un cuento con esta frase… Érase una vez…”, que al escucharla, los niños prestaban su máxima atención.

    Las fotografías que os inserto no es la historia de ningún cuento. Es la realidad pura y dura.

    Efectivamente corresponden a los restos de lo que fue la ermita de San Pedro, enclavada en lo alto de una colina al inicio del camino viejo de Chandavila.

    Recientemente, aprovechando una nave existente anexa a la antigua ermita, se ha construido una vivienda y, quizás, por considerarlo oportuno, las paredes centenarias de la vieja ermita , por no sabemos qué motivo, no han querido tocarlas. Todavía quedan gente sensata, digo yo.

                               Vivienda construida recientemente adosada a un lateral de la ermita. 

    En las fotografías de la ermita semiderruida, se aprecian parte de las pinturas murales con motivos religiosos, una peana de esquina y una parte de su bóveda de cañón, con algunas tejas en lo más alto del edificio. También se puede observar una rueda de molino correspondiente a la época en que  fue transformada en almazara, conocida como el lagar de los Carillas.

    Pero con todo esto, los resultados son que algo de la ermita ahí está, viendo pasar el tiempo, durante siglos, pues miles de peregrinos habrán cruzado  por aquí camino del Santuario de Chandavila observando la decadencia de este lugar.

    La ermita de San Pedro es un referente en la historia religiosa de este pueblo. Todo el mundo habla de los lugares en los cuales se recuerda que hubo tantas o cuantas más, pero de todas ellas solo quedan la de la Virgen de la Luz, que hoy forma parte del cementerio municipal, lo que ha hecho posible que se conserve en buen estado y, la otra,  los resto de la que comentamos.

    Y pienso yo, que algo se podría hacer para recuperarla. España es uno de los países europeos donde las instituciones han invertido muchísimo dinero para irlo recuperando y nuestro pueblo también es parte del resto de España. Algunas ayudas podrían dar. Ya perdimos el Puente Medieval, con el Castillo, ahí está el ayuntamiento pleiteando, tratando de recuperarlo. El paredón de la plaza Alta, que fue parte de la antigua muralla que rodeaba el pueblo, sigue pintado de blanco para que no se vea si la piedra oculta es bonita o fea, y los restos de esta ermita, pues parece que a nadie le interesa. ¡Qué cruz!

LA CODOSERA A PARTIR DE HOY TIENE NUEVO PÁRROCO.

 

        En La Codosera, en el día de hoy, ha tomado posesión como nuevo párroco, el padre Domingo Sánchez Jiménez, por lo que le saludamos muy atentamente deseándole una feliz estancia en nuestro pueblo y toda clase de aciertos en su cometido.  

       Por lo que conocemos sobre él a través de los medios, es un sacerdote natural de Santa Marta de los Barros, tiene 33 años y,  de sus 8 años de sacerdote ha estado 5 en parroquias y los últimos 3 en Roma estudiando Sagradas Escrituras. Además de llevar la parroquia de Nuestra Sra. de la Piedad en el pueblo, tambien será párroco de la de Alburquerque.  

     La Codosera es un pueblo diferente a otros, , porque somos rayanos y bien lo dice el refrán que, “en La Codosera son las cosas de otra manera”, sencillamente porque nuestras raíces como pueblo son portuguesas y nuestra convivencia con los habitantes del país vecino se sigue mantenimiento muy arraigada.

    En el aspecto religioso, caminamos por las calles del pueblo bajo la mirada y los brazos abiertos de una colosal imagen del Corazón de Jesús que, desde lo más alto de las torres del Castillo, nos protege.

    En el tema mariano, desde hace 75 años de las apariciones de la Virgen de los Dolores en Chandavila, todo el pueblo se ha volcado y lo sigue haciendo, en cooperar con todo el entorno de la Santísima Virgen, por lo que somos conocidos en toda la región extremeña.

    Por todo ello, deseamos que nuestro nuevo párroco se sienta muy a gusto entre nosotros y sea un codoserano más, adoptivo, pero uno más de nosotros.