José Luis Olmo en el salón de actos de la Casa de la Cultura.
LA CODOSERA.- Llenos de ilusión llegaron los portugues, los de Caldas da Rainha, venidos de allá de la costa del Atlántico, al sur de Nazaret, una ciudad con una inmensa laguna que se adentra en el Océano. Trajeron sus regalos, placas, libros y pergaminos, sus colecciones particulares de latas y juguetes, sus pintores para dejarnos sus cuadros como recuerdo.
Vinieron para acompañar a uno de sus paisanos más ilustres, Mario Lino, al que el pueblo de La Codosera ha nombrado Hijo Adoptivo. Compartieron con nosotros conocimientos, su alegría y su amistad. Nos descifraron el nombre de Bacoco. Su procedencia, tantos siglos allí, junto a La Lamparona, y no sabiamos su significado. Ba co co. Hubo periodistas que dijeron que, posiblemente, alguién que estuvo en Brasil se lo puso en recuerdos de las bellas palmeras de coco de Ipanema. Antonio Marques, historiador y componente del grupo, nos aclaró el enigma. Bacoco es una deformación del topónimo en portugués, Valcovo, cuyo significado es una hondonada o cueva en el terreno.
Departimos con ellos y les contamos quienes somos y de donde venimos. Les narramos que nuestras raíces son las mismas.
Castillo de Marvao
Alfonso Henrique conquistó Marvao a los árabes en el año 1162, un vasto territorio que abarcaba todo el distrito actual de Portalegre y parte del termino de La Codosera, incluido el casco urbano. "O limite pasaria por Assumar, daí seguiria para Campo Maior (castellum de monte maiori), passando a Ouguela, (uguela). A linha de limite entraria no río Xévora (seuera) e daí seguiria perto Albuquerque, na zona de (daroches), infletia para o planalto de El Palancar (planum de alpalancer) até á cumeda da Serra de S.Pedro, a meio caminho de Cáceres, a linha de limite de territorio seguía para norte, em direçao ao Rió Tejo (directum ad tagum)". Asi convivimos con ellos, bajo la bandera portuguesa, algo mas de un siglo hasta que, con el tratado de Alcañices dejamos de ser portugueses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario