La Semana Santa de este año ha sido un poco especial debido a las condiciones meteorológicas que hemos tenido, donde ha habido de todo un poco, días buenos y otros no tanto.
Lo bueno que nos ha pasado es que emigrantes y forasteros han venido a pasar estos días con nosotros, lo que es de agradecer
El plato fuerte de estas vacaciones son las procesiones a las que asisten la mayoría de nuestros visitantes, amigos, familiares y conocidos, junto con los vecinos del pueblo. Cada procesión se vive con fe, juntos con los se quedaron con los que vinieron, y en cada una de ellas se eleva una petición al Santo, "que vengamos otro vez el año que viene".
El Jueves Santo lució el sol y hubo procesión, pero el Viernes tan pronto llovía como no, por lo que los organizadores dudaban una y otra vez que hacer, si sacar los Santos o dejarlos dentro. Las ganas de las gentes por ver desfilando las imágenes por las calles era tanta, que este año se hizo algo que nunca antes se había hecho, desafiando a la meteorología, sacar los pasos procesionales a la plaza de la Iglesia sin recorrer las calles. Y así fue. Y el público que asistió, que llenaba los alrededores de la plaza, quedó satisfecho de ver a sus Santos antes de partir a sus lugares de destino.
Imagen del Santo Entierro. Don Antonio el Párroco preside junto a los fieles como van sacando los pasos desde la Iglesia al exterior.
Por un lateral de la Parroquia traen la imagen del Crucificado en posición vertical, tarea que tienen que realizar en una nave adyacente al templo, debido a que, por su altura, es imposible salir por las puertas de la iglesia. Esta imagen es un regalo al pueblo del escultor Jenaro Lázaro Gumiel.
Como se puede apreciar, el público permanece expectante a los actos que se están realizando en la plaza, donde las imágenes se van posicionando, todas juntas, sin salir del recinto.
El paso de la Virgen de los Dolores es algo fuera de lo común. La Codosera es el pueblo de la Virgen, aquí se apareció en el año 1945 y los vecinos están muy satisfechos de tenerla aquí con todos ellos, siendo el único lugar dentro del mundo cristiano, donde la Virgen se aparece bajo la advocación dolorosa.
El Santo Entierro antiguamente era el paso que procesionaba el Sábado Santo, cerando de esta forma la Semana Santa. En la actualidad las procesiones terminan todas el Viernes.
Una imagen muy característica en las procesiones es ver en los desfiles a cantidad de jóvenes y señoras que visten trajes negros con mantilla española. En la imagen vemos a don Antonio hablando con Ramón Vélez, la persona que se encarga de dirigir a los costaleros.
Bueno, en esta imagen vemos como los asistentes dialogan unos y permacen atentos los otros. La persona que habla con don Antonio es uno de los maestros, don Nicolas Castaño, una persona que participa muy activamente en cuantos actos se celebran.
El Cristo vuelve a entrar otra vez en la Plaza una vez que lo han posicionado inclinado en su pedestal, lo suficiente para que quepa por la puerta principal.Se viven momentos de emoción presenciando las difíciles maniobras que han de hacer los costaleros para entrar las imágenes en el templo.
Siempre los entran de espalda, para que los asistentes no dejen de ver su cara mientras les dicen adiós.
Al final ya era de noche y tuvieron que encenderle las velas. Una imagen preciosa de despedida mientras el público las aplaudían.
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