LOS PUENTES DEL GÉVORA
Hace muchos años que el hombre, para cruzar a la otra orilla, cuando el caudal lo permitía, utilizaba las piedras que encontraba no lejos del lugar.
Pasarelas en el tramo de La Codosera
Los habitantes de este lugar, desde tiempos remotos, han utilizado el caudal de sus rios como aporte principal de su medio de vida. La agricultura, ganaderia, industrias y para su uso personal contaron desde siempre con el beneficio necesario de sus aguas.
La mayoria de los vecinos de este lugar, buscaron su asentamiento en casitas aisladas junto a la tierra productiva y alejadas del casco urbano.
Aprendieron a badear los rios y a utilizar pontones para atravesar desde una orilla a la otra.
Gracias a sus manantiales que se prodigan por doquier, está enclavado en un espacio natural de gran belleza con abundante vegetación gracias al soporte generoso que aportan las aguas que, desde aquí, van formando la cuenca del río Gévora y sus afluentes en su recorrido por las tierras de este rincón extremeño de la Raya.
El Gévora al entrar en España bajo un manto de alisos.
El rio Gévora puede presumir de ser el más famoso de los afluentes que recibe el Guadiana en la provincia de Badajoz. Lo es por muchos motivos, pero principalmente por ser un río con historia y por eso su nombre en letras doradas figura escrito, junto al resto de batalladas ganadas por Napoleón, en las paredes del Arco del Triunfo de París, porque fue en las inmediaciones de su desembocadura en Badajoz, el 19 de febrero de 1811, donde se libró una cruenta batalla por las tropas napoleónicas contra el ejército hispano-portugués por la conquista de la ciudad, una batalla corta que duró varios dias y que al final fueron los franceses quienes ganaron la posición, ocupando la plaza, donde permanecieron hasta el año siguiente.
La fama de este rio viene de atrás y sobre el mismo y su valle pusieron sus ojos reyes castellanos y portugueses, utilizándolo por tanto como moneda de cambio a la hora de delimitar la frontera hispano portuguesa, donde ambos monarcas negociaron contra prestaciones para poner fin a las guerras entre ambos reinos. Entre otros territorios pactados, La Codosera y el valle del Gévora, siendo portugueses pasaron a ser castellanos en compensación de otras tierras, como Olivenza, Ouguela y Campo Maior, que pasaron a ser portuguesas.
La Codosera formando parte del reino de Portugal
Mas adelante, durante la dominación musulmana, el guerrero árabe Ib Marwan utilizó el corredor del Gévora para llegar hasta Marvao donde construyó su fortaleza roquera, desde donde comenzó a dominar parte de estas tierras, quedanto el camino explícito para posteriormente conquistas, como ocurrió cuando, siguiendo el curso del rio, llegó hasta su desembocadura en el Cerro de la Muela, donde fundó Batalayús, lo que es hoy la ciudad de Badajoz.
Piedras en el lecho del río utilizadas para alcanzar la otra orilla "al salto"
Y pasaron los años y las aguas del rio siguieron corriendo y regando las tierras fértiles de este valle. y sucedió que, allá por el siglo XVIII, según consta en el Interrogatorio de la Real Audiencia, precisamente el dia 8 de abril de 1791, realizó una visita a La Codosera el
enviado de S.M el Rey Carlos IV, llamado don Juan Antonio de Ynguanzo, del Consejo del Rey, oidor de la Audiencia de Cáceres. Este señor no solo visitó este pueblo, si no que hizo un recorrido por cada uno de los distintos municipios que componían la entonces provincia de Extremadura.
La encuesta tenía por objecto adquirir un mejor conocimiento del territorio sobre el que se habrían de aplicarse las reformas económicas, sociales y administrativas, promoviendo el desarrollo agrícola, favoreciendo las comunicaciones, aumentando la población y por último arrancando a la provincia del atraso en que se hallaba. Aunque la realidad fue diferente, el monarca lo que deseaba era conocer de primera mano la situación en la que se encontraba la economía del territorio, sin duda para aumentar los impuestos a los súbditos y seguir con las guerras abiertas en los diferentes frentes de su vasto imperio.
Puente de ocio en el tramo de La Codosera
La reunión tuvo lugar en el Ayuntamiento en presencia del señor alcalde, Francisco Durán, el regidor Julián Mero, el procurador sindico general Andrés Barones el señor Cura y algunos señores mas, mientras su ayudante iba anotando la cantidad de ganado ovino, caprino o lanar propiedad de los vecinos, sin ni siquiera olvidar las aves de corral ni las fanegas de castañas, trigo avena o cebada que cada cosecha les proporcionaban las tierras de su propiedad.
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La Codosera y, al fondo, la arboleda del Gévora
Puente de madera sobre el Gévora
Sobre los ríos escribió:" ... en quanto a los caminos reales y de atrabesio no se notan pasos peligrosos, sino el peligro que supone los ríos que no tienen puentes como Jebora para ir a Badajoz, Villar del Rey y otros pueblo, por cuya razon an sucedido varias desgrazias y no seria muy costosa la construczion de ellos por la avundancia de piedra y cal y sitios muy proporcionado para hacerlos."
El puente Viejo en La Codosera.
Y pasó el tiempo y también los años, incluso siglos transcurrieron, y de los puentes ni se acordaron de construirlos. Ni los construyeron ni evitaron que los que estaban en uso, debido a la falta de mantenimiento, se derrumbaran, como fue el caso del Puente de Galindo, que unía a este caserio con los de Valdescargar y Benavente. El puente se cayó parcialmente y sus consecuencias fueron que, las aldeas mencionadas quedaron casi despobladas.
"En la CARTOGRAFÍA
MILITAR DE ESPAÑA, HOJA 9-29 (727), escala 1:50.000, ALBURQUERQUE, del año
1959, se recoge, en la cuadrícula 42-43, 65-66, aguas abajo del molino del
Suizo, un puente sobre el río Gévora que unía los caseríos de Valdescargás y Benavente, situados en la margen
derecha, con Galindo, en la margen izquierda. Aguas abajo se encontraba el
molino de Las Lobas y el lavadero del mineral de las minas de antimonio.
Sin embargo, el MAPA TOPOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA, HOJA 727-III, (17-58),
escala 1:25.000, año 1998, LA CODOSERA, recoge la existencia de ambos molinos,
pero no el puente ni el lavadero de la mina de San Antón, sin duda alguna, los
técnicos debieron entender que, por su estado ruinoso, no era necesario
mencionarlo."
Los consejos del enviado de Rey tuvieron eco muchos años después, en tiempos de la II República, cuando ya habían pasado 152 años de la propuesta sobre lo que se debería construir. Y fue, en 1933 cuando por fin se construyo un Puente Nuevo, aguas abajo y cerca del Viejo, en la carretera que une a la población con la vecina San Vicente de Alcántara.
Este periodo, principio de los años treinta, fue de gran actividad política en España y por supuesto en el pueblo. En la fotografía que les muestro aparecen las fuerzas vivas de entonces, jóvenes junto a personas de más edad, todos posaron para el fotógrafo en un ambiente de amistad y cordialidad. Don Victorianos Barragán y Landa, Leocadio Barroso, Luis Ochoa, Damián Camacho, José Vélez, Mateo, el municipal Tito Bolo, o Agustín Costo, solo son algunos de los que reconozco.
Paraje del Puente
Hasta entonces los vecinos ya estaban acostumbrados a valerse por sus propios medios y atravesar ríos y riberas unas veces utilizando badenes y otras construyendo rudimentarios pontones de palos, que hacían de puentes, y de los que actualmente todavia quedan algunos que siguen dando servicio, como los que mostramos en la fotografía adjunta.
Puente improvisado.
Y pasaron más años, algunos muy tristes, en una España que se destrozaba gerreando por ideales políticos, y donde el principal objetivo de las familias, durante décadas, consistía en lograr nutrirse con las tres comidas díarias. Nuevamente el tema de los puentes quedó aparcado, mientras carros y carretas cruzaban badenes, recorrían caminos y cruzaban los rios por pasos improvisados, temiendo en cada invierno encontrarse con la barrera de las aguas por las crecidas de los rios.
El puente nuevo de Carrión
Dificil situación para los habitantes de cortijos y caserios, cada vez que esto ocurria, al quedarse incomunicados con el casco urbano y carentes de artículos de primera necesidad sin contar los sanitarios que, no pocas veces, ocasionaron verdaderos problemas humanos.
Tormenta en La Codosera
Y así llegamos a los años sesenta, un cambio sustancial en nuestro pais, por cuando el dinero comenzó a fluir y la economía despegó de forma masiva. El turismo, la industria, la construción, la emigración, todos a una, lograron cambiar la piel de este pais. Y las máquinas de obras pública llegaron al pueblo, donde se quedaron por mucho tiempo, el necesario para hacer un montón de carreteras con sus puentes correspondientes. El Marco, La Tojera y la Rabaza, los tres caserios más importantes situados en la misma frontera con Portugal, vieron como los caminos de tierra mal compactada y tortuosos que les unián con el centro urbano, se transformaron en vias bien asfaltadas de primera orden. Se hicieron carreteras y además tres puentes, el del Codosero, el Gevorete en La Junta y el del Puerto de Marbanejo sobre el Gévora. La carretera con San Vicente de Alcantara se construyó de nuevo trazado y junto a ella otro puente sustituyendo, aguas abajo, al construido durante la II República.
Primer puente en Carrión
La historia de los puentes quedaría incompleta si no incluimos lo importante que, para el desarrollo de la población y su entorno, ha sido y lo sigue siendo, el puente de Carrión. El puente primitivo era pequeño y sobre el cruzaron los primeros automóviles. Despues llegaron los autobuses cargados de peregrinos camino de Chandavila, y lo hicieron con toda normalidad. Todo esto transcurría cuando cesaban las lluvias, en los meses de primavera y en verano, cuando la escasa corriente del río no creaba dificultades. Al progreso de la época tambien se sumó la creación de la linea regular de viajeros que unía diariamente a la población con Badajoz. La Estellesa, que así se llamaba la empresa, pasaba cada dia, ida y vuelta, por encima del diminuto puente a las horas establecida. Hasta que llegó el invierno con sus avenidas cada vez que llovía con fuerza, y los viajeros, mas de una vez, tuvieron que esperar en tierra esperando que la crecida del río Gévora bajase. Y el pueblo inquieto y alborotado se preocupaba cada vez que esto ocurría, mientras que las autoridades prometían hacer un nuevo puente pero que nunca llegaba.
Como ya teníamos prensa regional, como el Diario Hoy, La Codosera, era noticia cada vez que llegaba el invierno, dando lugar a que la construcción de un puente sólido era cuestión de tiempo y de recursos. La obra se hizo pero icompleta, no se eliminaron las curvas peligrosas antes de llegar, un ancho insuficiente, y con limitación de tonelaje. Con estas desventajas, construir un nuevo puente, en los tiempos actuales, era necesario, puesto que La Codosera es un pueblo con recursos naturales, y con una situación privilegiada por cercania y como paso hacia el país vecinos.
Inauguración del asfaltado de la nueva carretera, en el año 1961 sobre el Puente de Carrión
Sobre el puente nuevo, en el año 1961 se inauguraba el asfaltado de la carreera y para ello se desplazaron las autoridades que aparecen en esta imagen obra del fotógrafo Luis Alvarez Pulido. Cortando la cinta, el gobernador civil de la provincia, don Francisco Santolalla de la Calle, el presidente de la diputación, don Adolfo Diaz Ambrona, el subjefe provincial, don Alvaro del Solar, el párroco de Santa María, don Hipólito Contador y el alcalde de Alburquerque, don Angel Pasalodos junto al comisario Jefe provincial, el gobernador militar de la Zona y otros. Sin embargo, y hay que decirlo, ni el alcalde de La Codosera ni nadie del pueblo, cuyos vecinos iban a ser los principales beneficiarios de dichas obras, no aparece entre las autoridades mencionada. Estas cosas ocurrían. Al fondo, a la izquierda, puede verse la fachada de la caseta del puesto de frontera de la Guardia Civil.
Inauguración del asfaltado de la nueva carretera, en el año 1961 sobre el Puente de Carrión
Sobre el puente nuevo, en el año 1961 se inauguraba el asfaltado de la carreera y para ello se desplazaron las autoridades que aparecen en esta imagen obra del fotógrafo Luis Alvarez Pulido. Cortando la cinta, el gobernador civil de la provincia, don Francisco Santolalla de la Calle, el presidente de la diputación, don Adolfo Diaz Ambrona, el subjefe provincial, don Alvaro del Solar, el párroco de Santa María, don Hipólito Contador y el alcalde de Alburquerque, don Angel Pasalodos junto al comisario Jefe provincial, el gobernador militar de la Zona y otros. Sin embargo, y hay que decirlo, ni el alcalde de La Codosera ni nadie del pueblo, cuyos vecinos iban a ser los principales beneficiarios de dichas obras, no aparece entre las autoridades mencionada. Estas cosas ocurrían. Al fondo, a la izquierda, puede verse la fachada de la caseta del puesto de frontera de la Guardia Civil.
El río Gévora a su paso por Carrión
Por ello nos congratulamos que, a pesar de la crisis, la construcción de un nuevo puente en este lugar es ya una realidad. En la aguas de azud, en el denominado "Charco de la Virgen", los pilares de un moderno puente emergen dando paso a un nuevo tramo de carretera, eliminando curvas y barreras de cualquier tipo, con un mensaje esperanzador de progreso y bienestar para una zona singular, paso obligado para españoles y portugueses que comprueban que la eliminación de barreras no solo se firman en los despachos si no que son realidad.
Las autoridades pronciales y de ambos municipios, La Codosera y Alburquerque, cortan la cinta inaugurando el nuevo puente de Carrión
Crecida del río
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