La Codosera
Cada día que transcurre no deja de sorprendernos la cantidad de paisanos y paisanas que se relacionan con nosotros a través de internet. Atrás, muy lejano, en casa de cualquier familia, queda la llegada de una carta o la llamada telefónica. En la actualidad, a través del ordenador entramos en las redes sociales y en tiempo real, para que nos enteremos todos a la vez, nos llegan las noticias de nuestra gente, aumentado por día los usuarios que lo utilizan para saber algo de nosotros, de nuestras fiestas, cosas del pueblo, y enviarnos noticias de por donde andan, además de quedar patente las ganas que tienen de darse una vuelta por aquí.
Castillo "Juana la Beltraneja"
Nos asombra comprobar como, de aquellos emigrantes que, en un principio lo hicieron a zonas muy determinada, como Madrid, Castellón, Cataluña o el País Vasco, al cabo del tiempo, ellos o sus descendientes, se encuentran dispersos en lugares dispares de norte a sur de la península y otros en tierras extranjeras.
El Gévora a su paso por el pueblo
La emigración en el pueblo desde finales de los años cincuenta hasta nuestros dias ha sido una sangría que no ha parado de correr. En el pueblo se marchron familias enteras, de cuyos apellidos solo las recuerdan las personas de más edad. Enumerarlas aquì sería dificil relacionar una nómina tan amplia. Hubo calles en las cuales, de cada casa, marcharon todos los miembros de la familia y si quedó alguno, fueron los abuelos.
La peña "La Niña"
Tiempos difíciles. Dejar la tierra donde uno ha nacido fue horrible para todos aquellos que nos tocó vivirlo. Estamos hablando de un periodo de nuestra España en la cual las comunicaciones en nada se parecían a las que en la actualidad tenemos.
Paisaje del río Gévora
Gracias a esta mano de obra, al trabajo de toda esta gente, el progreso llegó allí, al lugar que eligieron los mejores trabajadores dispuestos a ganar dinero, si, pero tambien a dar lo mejor de si mismo para lograr el progreso de bienestar al que hemos llegado, naturalmente, en unos lugares más que en otros.
Plaza del Ayuntamiento
Y así hemos pasado un montón de años donde todo se ha ido transformando. Por razones familiares, ultimamente viajo con frecuencia a Madrid y el otro día me enteré que el Barrio del Pilar, una zona del norte de Madrid, donde existen grandes avenidas y modernos edificios, es conocido como "La pequeña Extremadura" , por la cantidad de extremeños que allí habitan.
Paraje del Puente
En el Barrio del Pilar de Madrid tambien viven gente de La Codosera, como mi amigo Domingo Doblado que siendo bien pequeño, junto con su madre, Angelita, conocida por su profesión como la Churrera, se montaron un día en el tren con una dirección escrita en un trozo de papel y llegaron, sin saber una palabra de francés, hasta Bruselas. Hace unos años Domingo regresó a España y se quedó a vivir en Madrid donde hace poco tiempo ha fallecido su hijo en un trágico accidente deportivo . Un duro golpe que han tenido que soportar toda la familia.
Los Quintos del 60
La Codosera en la actualidad
Turismo mariano en La Codosera un Viernes de Dolores
El espíritu comercial y emprendedor ha sido durante años lo que ha marcado a varias generaciones de paisanos y paisanas de los que marcharon, no olvidando nunca sus orígenes. Empresarios que han rotulado sus empresas con el nombre de La Codosera o de Chandavila, como la Granja el Cruce, que en sus haber se enorgullece de ser una empresa nacida en el pueblo, aunque en la actualidad tenga su sede en Badajoz.
Una calle del pueblo
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