LA
CODOSERA y la primera visita del señor Obispo.
Hoy dia ya no es noticia que el Arzobispo de la Diócesis nos
visite, pues ya llevamos unos cuantos de años viéndolos cuando suelen venir a
Chandavila con bastante frecuencia. Las comunicaciones entre La Codosera y
Badajoz son buenas y viajar en coche hoy dia es un placer.
Pero en los años cincuenta del siglo pasado, las cosas no
eran tan buenas. De Badajoz hasta Alburquerque si que había carretera
asfaltada, pero desde el cruce hasta La Codosera, aquello no era carretera,
pues en las placas de señalización se indicaba que era un camino vecinal. Un
camino de tierra que si cerrabas la ventanilla te asfixiabas de calor dentro,
pues los coches aún no llevaban aire acondicionado, y si las abrías, con la
polvareda del camino, llegabas al pueblo envuelto en una nube de tierra.
En aquellos años, que
en este, se cumplen ochenta de las
apariciones de la Virgen de Chandavila, el pueblo era un hervidero de gente, viajeros,
unos mas importantes que otros. Aquí tuvimos la suerte de que viniese un
escultor famoso, don Genaro, el cual fue uno de los benefactores mas
importantes para que las obras del Santuario se pudiesen terminar.
Don Genero termina las obras de Chandavila y se compra las
ruinas del Castillo medieval que tenemos en el pueblo, a donde traslada su
taller de trabajo desde Madrid a La Codosera.
Por todo lo que en el pueblo estaba sucediendo, y en su deseo
de colaborar en la grandeza del lugar. el escultor manda reconstruir una de las
torres de la fortaleza y en lo alto instala una colosal imagen del Sagrado
Corazón de Jesus.la cual es visible desde muchos kms. al frente y por los
laterales, pues por detrás está protegida por las estribaciones de la Sierra
del Lugar.
Esta noticia fue muy bien aceptada por las autoridades de la
Diócesis, y por tanto, lo normal era bendecirla en un acto solemne donde el
señor obispo de entonces, don José Ma. Alcaraz y Alenda, se ofreció para tal
fin.
La que se armó en el pueblo fue floja!. Pues por primera vez
en la historia del pueblo, nos visitaba un Obispo. Hasta entonces habían venidos
muchos curas desde diferentes lugares, misioneros y monjas en cantidad, pero
obispos, casi nadie los había visto nunca.
El señor obispo , tal como se puede observar en la fotografía
adjunta ya era muy mayor. Así que desde la iglesia parroquial se organizo la
procesión donde participo casi todo el pueblo. Se encalaron fachadas, se
barrieron las calles, se colocaron banderas y con los compases del sonido de la banda de música municipal ,
todos comenzaron a subir las pendientes de la parte Alta del Casco Antiguo.
Plaza de la Iglesia, Plaza Alta, Calle Alta, calle Ventosa , hasta llegar por
la calleja a los pies de la torre, donde para tal fin se había instalado un
altar. Antes de celebrar los actos religiosos, hablaron las autoridades por un
micrófono portátil a pilas, pues electricidad en el lugar aun no estaba
instalada. Lo hizo el señor Alcalde, Agustín Costo y el escultor, don Genaro
Lázaro Gumiel. Despues hablaría el señor Obispo y con la bendición de la
monumental imagen y la celebración de la Santa Misa, terminarían los actos,
cuyo reportaje fue publicado por la prensa provincial y nacional.
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