viernes, 28 de junio de 2013

Chandavila. La Hora de la Reconciliación.




Entrada principal al Santuario de Chandavila.

                Chandavila es un lugar especial tocado por la mano de Dios donde, desde hace 70 años que ocurrieron las apariciones,  se respira paz y tranquilidad. Es un lugar de oracíon, donde se viene a ver a la Virgen, a rezarle y para agradecerle los favores que con frecuencia nos concede. 

                   Es un lugar con un entorno bien cuidado y unas instalaciones acordes a las necesidades del Santuario, todo ello gracías a la generosidad de los devotos de la Virgen, los cuales contribuyen a posicionar el nombre de Chandavila a lo más alto de los santuarios marianos de la Comunidad extremeña. 

                    Son tantas las obras de artes acumuladas, que ya se ha construido un museo principalmente con el material aportado por el escultor y mecenas Lázaro Gumiel, del que toma nombre dicho museo. Aparte,  no dejan de llegar nuevas aportaciones. Hace poco tiempo, la familia del escultor fallecido, el extremeño, natural de La Garrovilla,  Antonio Pérez  Cardenal, ha donado dos obras de indudable valor artístico.



Una, “La Cabeza de San Juan Bautista”, y la otra, “Inmaculada Concepción”, las cuales irán a engrosar los fondos del reciente Museo de Chandavila.


Primera imagen sobre el altar bajo el castaño de las apariciones.

                   Los albañiles tampoco paran. Otra de las novedades reciente, es la construcción de la capilla que llaman, “De la Reconciliación”, una palabra que  en Chandavila cobra peso, por ser uno de los mensajes que dio la Virgen a las niñas videntes, en el año 1945.


La imagen de la monja Santa, venida desde Las Palmas


Construir una nueva capilla en este recinto sagrado, ha sido todo un reto inesperado que nadie esperaba, pero las circunstancias arquitectónicas de las obras que a través de los tiempos se han ido añadiendo, quisieron quedar el hueco preciso para, con un presupuesto muy ajustado, la capilla citada haya visto la luz.


La capilla es preciosa. Nada de lujos pero llena de obras de artes. La figura del artista Lázaro Gumiel brilla por todas partes. Paredes con bocetos de sus trabajos a ambos lados y en el fondo imágenes de un valor artístico incalculables, para el gozo de los fieles, adornan los altares.
Jardines del Santuario.

Al presenciar todo cuanto aquí se hace, uno no puedo menos que pensar en otra capilla, no construida,  que tantos dolores de cabeza le ha traído a doctores, políticos, párrocos y ciertas familias,  desde los comienzos de las apariciones.


Lápida sobre la cripta del escultor Lázaro Gumiel.


Personalmente, el nombre que le han dado a la nueva capilla, me parece formidable, pero considero que la reconciliación en Chandavila es una asignatura pendiente sin resolver al día de hoy.



Nave principal del Santuario
        Leyendo

 Afra con sus amigas, un día de romería.

Cuando hablo de una nueva capilla, estamos calculándoles  unas dimensiones de 15x15, lo que son 225 m2, que es lo rayado con el tacón de su zapado, mientras que caminaba de espalda y sin mirar,  por la vidente Dolores Lucio, en pleno éxtasis. Una cifra, al coste, fácil de soportar.

Pozo de agua en el lugar de las apariciones.

Hace casi 70 años, los responsables de construirla, tal como dicen fue el deseo de la Virgen, pusieron como excusa al desplazarla más abajo del lugar,  el desnivel del terreno, por inclinado y abrupto, hoy día fácil de solucionar allanando cuanto fuera preciso.
La Virgen de Chandavila

Pequeña capilla en el lugar de las apariciones

 Imagen de la Virgen situado encima del tronco del castaño donde se apareció.

Ca

El nombre de la nueva capilla, Reconciliación en este lugar quizás suene más que en ningún otro. 

Devotos de la Virgen, un viernes de Dolores, por la vía Sacra.



 Capilla de la Reconciliación


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