LA CODOSERA y los frutos del otoño.

 

LA CODOSERA y los frutos del otoño.

    Octubre es la antesala de la festividad de Todos Santos. Es el mes en el que se recogen los últimos frutos que nos aporta el año: Algunos de ellos, cuando recorren las calles del pueblo, visitando a sus moradores, se les ofrecen como regalo a los mas pequeños que, cuando, cumpliendo la tradición de llamar a las puertas pidiendo "los santos".

    Castañas, nueces, almendras, caquis, membrillos, camuesas y algunas monedas, formaran parte de sus talegas a la hora de hacer montones iguales y repartirlos entre cada uno de los grupos de chiquillos que durante la mañana han cumplido con la tradición.

 

    Octubre nos invita a pasear por el campo que, como efecto de las primeras lluvias, suele recobrar el color verde en su arboleda unos y los ocres en otros, escuchar el murmullo de las aguas que fluyen por regatos y riachuelos secos hasta ahora por el exceso de calor del largo verano que nos deja.    

 

      Al atardecer, el tiempo refresca. Es la ocasión para sacar algo de ropa del armario, llegar temprano a casa, encender la chimenea y echar en la sartén las primeras castañas rajadas, asarlas y saborear su aroma hogareño que nos retrotrae en el tiempo a nuestra infancia, a reuniones familiares o disfrutarlas de postre después de la cena como uno de los mejores manjares que recordamos.

  

Castañas asadas.

    Pero quizás, la pincelada de este otoño que octubre nos regala, es poder contemplar los últimos frutos de la cosecha. Los erizos de los castaños se abren y dejarn caer el fruto. Tambien los nogales lo hacen. Los últimos caquis maduran en las ramas a pesar de haber perdido la hoja. Los naranjos están exuberantes con las pinceladas de rojo en el verde de la naranja cambiando de color. Y por ultimo los membrillos, un fruto característicos de las tierra de La Raya donde el árbol florece junto a las tapias de los terrenos por doquier. Su color amarillo nos llama la atención y, su sabor amargo, se suple cuando el ama de casa lo transforma en el famoso "dulce de membrillo".

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    La fotografía es de Juan José Francisco Herrer.

"Membrilleros a los pies del Santo"