El baden del Molino
Ese primer fin de semana del mes de febrero hemos celebrado la fiesta de las Candelas, una de las celebraciones más antiguas que se conocen y que, como años anteriores, se han celebrado los bailes tradicionales. Ejercitar el cuerpo siempre es bueno, y si lo hacemos bailando y en compañía, más divertido. Además, el mes de febrero nos ha traído una ola de frío con temperaturas muy bajas, que por las noches ya ni os cuento el frio que hace. Pero a pesar de ello, el día salió soleado y la mañana invitaba a dar un paseo por el campo. Solo era cuestión de abrigarse bien y lanzarse a caminar
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El mirador del Molino
Una de las actividades saludables
y entretenidas de este lugar, por las características paisajísticas de su
entorno, es caminar por los alrededores y respirar el aire puro de la zona. Las opciones son varias y las hay para todos los gustos. Un paseo muy agradable, que lo realiza mucha gente consiste en subir las cuestas de la Sierra hasta llegar a Chandavila y visitar el Santuario de la Virgen. Hay rutas de montaña que atraviesan las sierras del lugar adentrándose incluso en tierras portuguesas, pasando por aldeas y caseríos rayanos, donde abundan las fuentes y las casas típicas de esta zona fronteriza.
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Grupo de senderistas en la Sierra de La Lamparona tratando de sortear un charco.
Acompañado de varios amigos, les propuse acercarnos hasta el río Gévora, y pasear por los alrededores. Esta ruta es muy cómoda por cuanto el terreno no presenta dificultades .
Atravesamos el pueblo y, después de dejar atrás la obra municipal aún no terminada del Mirador del Molino, bajando las cuestas, por
un camino de tierra bien compactado, hasta llegar al paraje denominado Molino del Duque,
un lugar precioso y bien acondicionado donde existen fuertes y robustos asientos y mesas de madera, e
incluso barbacoas de fábrica para que aquellas personas que lo deseen puedan pasar una jornada agradable en plan familia o con amigos.
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El nombre de este lugar, Molino del Duque, esta motivado por lo conocidas que fueron en el pasado las instalaciones de un molino hidráulico, propiedad del duque de Alburquerque señor y dueño de estas tierras durante siglos, que fueron construidas en este lugar, en un canal muy cerca del cauce y que, a pesar de los cinco siglos que hace que se construyeron, el edificio y la maquinaria continúan en perfectas condiciones. Otra característica de este lugar es contemplar como aquí, junto al baden, el río Gevora recibe las aguas de su afluente el Codosero.
Continuando nuestro paseo, esta vez nos fue imposible cruzar a la otra parte del río, por la crecida de las agua que cubrían las pasarelas, así que optamos por seguir el curso del agua y caminar río abajo hasta llegar al entronque del canal de la Fábrica, un viejo canal construido a finales del XIX, como elemento necesario para poner en marcha, con la potencia hidráulica, las diferentes máquinas del complejo industrial. Unos troncos atravesados en el camino, impidieron que siguiésemos avanzando, ya casi cuando habíamos llegado al paraje del Puente y cerca de la carretera que conduce a San Vicente de Alcántara.
Continuando nuestro paseo, esta vez nos fue imposible cruzar a la otra parte del río, por la crecida de las agua que cubrían las pasarelas, así que optamos por seguir el curso del agua y caminar río abajo hasta llegar al entronque del canal de la Fábrica, un viejo canal construido a finales del XIX, como elemento necesario para poner en marcha, con la potencia hidráulica, las diferentes máquinas del complejo industrial. Unos troncos atravesados en el camino, impidieron que siguiésemos avanzando, ya casi cuando habíamos llegado al paraje del Puente y cerca de la carretera que conduce a San Vicente de Alcántara.
Baden
En esta ocasión, las aves aún no han regresado de sus invernadas en los parajes cálidos del sur de la Península, por lo que se notaba la ausencia de su cantos y trinos. Sin embargo, era una gozada escuchar el murmullo musical de las aguas que, parecían juguetear con las rocas y piedras del cauce, en su avance por llegar rápidas a su destino. Aguas claras y cristalinas, como espejos, una vez reposadas del aluvión por las crecidas de los cauces de hace pocos días. La arboleda de las márgenes dan cuenta de estos hechos y aún conservaban en sus troncos los haces de palos y ramas que la corriente hasta aquí arrastró.
Árboles con restos de palos arrastrados por las aguas .
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