viernes, 1 de febrero de 2013

Reseña Libro por José Píriz Márquez





Vista general del pueblo



Comentario sobre el libro: La Codosera, Un pueblo con Raíces y Costumbres Rayanas,

por  José Píriz Márquez.



Valgan estas líneas como sencillo homenaje de admiración y afecto a José Luis Olmo, pues su esfuerzo e ilusión al escribir esta entrañable Obra, han arrojado un resultado fecundo y gratísimo para los lectores.

Me viene a la memoria las enseñanzas de uno de mis profesores de Literatura en tiempos de “bachillerato”, cuando aseguraba que, para escribir de algo, habían de concurrir al menos tres premisas: Tener algo que decir, saber decirlo y que resulte oportuno comunicarlo. Pues bien, las tres se dan sobradamente con ocasión del nacimiento y publicación de este Libro.

La Obra, visiona el pequeño mundo interior y exterior en el nació, creció y permanece, en cierto modo, su autor. Un mundo repleto, a lo largo de la Historia, de pequeñas historias relativas a lugares, paisajes, personas, personajes, costumbres, anécdotas, que inducen a recuerdos, sentimientos, nostalgias, e incluso deseos de olvido y de futuro.

No menos importante es la manera en que J. L. Olmo desarrolla los distintos capítulos del libro. Con un estilo llano, sin otras pretensiones que las que él mismo confiesa en el prólogo, logra atrapar la atención del lector en una narrativa amena, que sabe conjugar los claroscuros de la vida rural.

Logra hablar de todos, sin molestar a nadie, o al menos sin motivos para que nadie se ofenda con la lectura del libro. Con rebosante afecto dibuja semblanzas de distintos personajes, vivos o fallecidos, eludiendo cualquier valoración ideológica o que pudiera resultar peyorativa para el aludido.

Informa de sus vivencias y de las que cuentas los mayores del lugar; importante tarea de recopilación de la que todos necesitamos alguna vez, para no olvidar quienes somos y de dónde venimos.

Y en ese sentido, resulta particularmente oportuna la aparición de este libro, Pues La Codosera, por su origen y circunstancias sociológicas, ha esparramado a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, por los lugares más insospechados de la geografía patria y del resto allén de las fronteras, en un ejercicio anticipado de la globalización actual.

Para toda esa población contemporánea o futura, con raíces “coseranas”, olvidadiza, o tal vez nostálgica, resultará un verdadero deleite, saborear las páginas del libro, cual si de una tertulia con el Autor se tratara, al mismo tiempo que viejas fotografías nos trae a la retinta la juventud de los tiempos pretéritos.

El pedagogo y Santo francés; Juan Bautista de La Salle, corrigió en cierta ocasión a un coetáneo que afirmaba que el mejor amigo del hombres es un buen libro, diciéndole que no; que el mejor amigo del hombre puede ser un buen libro, así como el peor enemigo puede ser un libro malo.

Pues bien, este libro sobre La Codosera, ha resultado ser, al igual que su autor, un buen amigo para todos, sin perjuicio de aquellos extremos narrados con los que podamos disentir. Nada podemos encontrar en sus páginas que justifiquen supresión o alteración en base a intereses particulares de algún lector, ajenos a la finalidad cultura que el Libro representa. Por eso quiere ratificar mi opinión con la expresión latina, relacionada con el pasaje evangélico ante Pilatos: “Quod scripsi, scripsi”.

No quiero cerrar sin expresarle a José Luis Olmo Berrocal, en mi nombre y  en el de todos los paisanos o lectores que puedan identificarse con la intención de estas líneas, mi agradecimiento y enhorabuena públicos. Y, al mismo tiempo, le animo a seguir escribiendo; es su primera obra y ha demostrado madera, pues a pesar de lo poco escrito sobre su Pueblo, emulando las palabras del Poeta: …/ no hay camino, se hace camino al andar… El caminó y ha logrado pasar.


Con todo mi afecto.

José Píriz Márquez.-
 Paisaje de Pan de Trigo


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